7.11.13

Presencia de Albert Camus














"Oyendo los gritos de alegría que subían de la ciudad, Rieux tenía presente que esta alegría está siempre amenazada. Pues él sabía que esta muchedumbre dichosa ignoraba lo que se puede leer en los libros, que el bacilo de la peste no muere ni desaparece jamás, que puede permanecer durante decenios dormido en los muebles, en la ropa, que espera pacientemente en las alcobas, en las bodegas, en las maletas, los pañuelos y los papeles, y que puede llegar un día en que la peste, para desgracia y enseñanza de los hombres, despierte a sus ratas y las mande a morir en una ciudad dichosa."

¿Advertencia o recordatorio? ¿Premonición o experiencia? Presencia de Albert Camus, nacido en Argelia el 7 de noviembre de 1913. La peste habla por sí sola. Los finales felices, si lo son, suelen serlo a corto plazo. El plazo de un guión de película o del fin de una novela. O un período de entre guerras, por ejemplo, por situarlo más en términos sobredimensionados. Pues la vida siempre ofrece finales abiertos; es decir, finales no finales. Tal vez porque nada se acaba sino el tiempo propio de cada individuo.