19.1.14

Bauman más explícito todavía




















Demoledor el filósofo de los tiempos líquidos, que dice también en la entrevista citada: "...Vivimos en la cultura del consumismo, no es ya simplemente consumo, porque consumir es totalmente necesario. Consumismo significa que todo en nuestra vida se mide con esos estándares de consumo. En primer lugar el planeta, que es visto como un mero contenedor de potencial explotable. Pero también las relaciones humanas se viven desde el punto de vista de cliente y de objeto de consumo. Mantenemos a nuestro compañero o compañera a nuestro lado mientras nos produce satisfacción, igual que un modelo de teléfono. En una relación entre humanos aplicar este sistema causa muchísimo sufrimiento. Cambiar esta situación exigiría una verdadera revolución cultural. Es normal que queramos ser felices, pero hemos olvidado todas las formas de ser felices. Solo nos queda una, la felicidad de comprar. Cuando uno compra algo que desea se siente feliz, pero es un fenómeno temporal."

Demoledor Zygmunt Bauman para los que aún vayan por la vida de modo cándido. ¿Qué creímos que era la felicidad en los tiempos kleenex? ¿Y la conversación, y el amor, y la libertad, y la cooperación...? Tiempos también de alternativas. Medir o no nuestra identidad personal y colectiva por la ley del mercado. Dejarse llevar por la vorágine o detenerse, aunque sea al borde. Ser piezas de engranaje o paseantes de la vida posible. Ingerir las conductas de la vida como producto o disfrutarlas como decisión que tenga sentido. Hay elección.   



Fotografía: Saul Leiter