19.8.13

Leer para no pensar, entre Alá y Lichtenberg














Noticia de prensa digital sobre la situación política en Egipto: ”La manifestación avanzaba estrictamente segregada. Los hombres al frente, seguidos por un grupo aislado y mucho menor de mujeres, la mayoría cubiertas con el niqab, el velo que solo deja al descubierto los ojos. 'Egipto es una nación islámica', decía Nadia Ali, de 21 años. 'El Gobierno golpista está actuando contra la voluntad divina y pagará por ello”. No es raro, por lo tanto, que pasen las cosas que pasan por el empeño de Dios (en su versión Alá) de intervenir en los asuntos humanos. ¿O será que algunos no cesan de leer las prescripciones al uso y en su inagotable repetición se extasían tras la búsqueda imposible de la verdad revelada? Me acuerdo de un aforismo ahíto de ironía de Georg Christoph  Lichtenberg: “En verdad hay mucha gente que lee solo para no pensar”. Y es que hay maneras muy complicadas de no ejercitar el pensamiento, indudablemente. Aunque haya también lecturas muy diferentes en esencia e intención.