3.10.14

La poesía laica del sirio Adonis

















Probablemente sea controvertida para muchos la opinión del poeta sirio Adonis: "La gran poesía siempre es laica".  Yo añadiría que laica y sumamente material. Librepensamiento y búsqueda. Percepción de lo cambiante y dinámica del universo. Lo dice Adonis al modo más oriental: "La poesía es la pluralidad, la unidad de los contrarios". ¿Tal vez es esta característica la que nos permite disfrutar de su sentido, que nunca es único pero a la vez se armoniza? La poesía prospecta y descubre, y esa condición determina la sustancia que nos nutre. Desde luego lo que no puede ser es que pague el precio de pago ideológico: "La poesía es lo opuesto a la religión incluso en términos históricos: en nuestra historia de musulmanes no ha habido ni un solo gran poeta que fuera creyente. Nunca”. Entonces pienso, por ejemplo, en algunos clásicos de la literatura como Abu Nuwás u Omar Jayyam -hermosas colecciones de poemas báquicos en ambos- y en sus negaciones de fondo con la fe. Y en el propio Adonis, un arreligoso, como se califica a sí mismo, al que le ha tocado de una manera rica la mística de la materia. En ese sentido, acaso no varía sustancialmente de los místicos tradicionales que, como él suele decir, "cambiaron la noción de realidad y de Dios y por eso se les rechazó". Adonis ha percibido en numerosas ocasiones encono desde los sectores más o menos integristas del Islam. Pero él sigue creativo, marcando caminos cuya dialéctica es la observación de los propios caminos y de sus signos. Y traza esperanzas: "Sin poesía el mundo se muere de frío, de cerrazón. Los tres pilares del universo son el amor, la amistad y la poesía. El resto es comercio". Los que nos resistimos a convertir la poesía en una forma de religión o de mercado permanecemos expectantes, mirando las estrellas. Que también están dentro de los hombres.