5.5.16

¡Banzai!, Siné
















"Desde hace algún tiempo se habrán dado cuenta de que yo no nadaba en una alegría de vivir dionisíaca ni en un optimismo acérrimo, aunque esta fuera mi inclinación habitual", ha dejado escrito Siné para sus seguidores. Siné, ex humorista gráfico de Charlie Hebdo, que posteriormente a su despido de aquella había fundado su particular Siné Hebdo, ha muerto hoy. ¿Hay algo más desventurado que la vuelta más cruel de la vida para quien fue un satírico no solo de la sociedad y sus manifestaciones, sino de sí mismo? "No hago más que pensar en mi próxima desaparición, acaso ya inminente, y siento la muerte que acecha en torno mío como un cerdo que busca la trufa. Mi ánimo, habitualmente de acero, se encuentra ahora como el de un becerro tierno.Es horriblemente aburrido no hacer otra cosa que pensar obsesivamente en la muerte que se acerca, en los posteriores funerales y en el dolor de los más próximos. Pienso también en todos los hijos de puta que se van a frotar las manos y me enerva que me muera antes que ellos. Afortunadamente, vosotros, seguidores incondicionales, furiosos aduladores, estáis ahí. No imagináis cómo vuestros mensajes me harán bien, ¡un verdadero bálsamo milagroso! Y ¡banzai!, a pesar de todo". Sinceramente, nada más llano y auténtico cabía esperar de un iconoclasta total,  un anticlerical de raza y un descreído con humor profundo como Siné. Vale la pose de su fotografía como un adiós a la imbecilidad e hipocresía humanas, que él tanto odiaba.