14.3.14

Dos veces, sugiere Friedrich Nietzsche




















Nietzsche en El caminante y su sombra: " Decir dos veces. Es bueno expresar una cosa enseguida dos veces y darle un pie derecho y uno izquierdo. La verdad puede ciertamente tenerse sobre una sola pierna; pero con dos andará e irá por ahí." Creo que es mejor todavía pensarlo -antes- dos veces. Más prudente, más práctico, más capaz para elegir el pensamiento o la idea a expresar. Pensar dos veces puede refrenar a tiempo una expresión indebida. Y si no la emitimos, porque no estamos seguros de nuestro enfoque o de la corrección de lo decidido, no pasa nada. El silencio a tiempo puede hacernos andar más seguros. Medir, sopesar, dar vueltas desde ángulos diferentes: la mente nos permite esa opción. Tal vez se evitarían a tiempo muchos males. O al menos, muchas confusiones o desatinos... y, por cierto, bastantes enemistades.  La verdad suele patinar con facilidad sobre dos piernas, así que no quiero imaginar qué golpe se llevaría si lo hace solamente sobre una. Naturalmente alguno afirmará: pero hay más valor en la decisión espontánea y sincera que en la reflexionada. Dejadme responder rascándome la nariz: hummm.



Grabado de Jacques Callot


6 comentarios:

  1. Ambas posturas tienen su parte positiva y su parte negativa: Es mejor pensar dos veces lo que vas a decir y si luego te lo callas siempre te arrepentirás de no haberlo dicho. Si hablas espontáneamente puedes errar pero lo suple la frescura de decirlo en el momento. Así es que como reflexión, vale pero seguimos estando donde estábamos.

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  2. ¿Quien somos, el que expresa las emociones con libertad y ahorca al tirano o el que racionalmente le juzga y caritativamente perdona?

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    1. diría que somos los dos.. la vida se va haciendo siempre así, entre dos aguas..esa es la cuestión (o una de ellas):)

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  3. Es que el señor Nietzsche, era un filósofo, y claro, eso ya marca una manera reflexiva y analítica de pensar. La humanidad que ni filosofa, ni casi nada, somos unos vivalavirgen, opinamos como nos sale -eso creemos- y nos dejamos llevar por el último mono con poder y medios para imponer una moda o una consigna. Ni somos tan espontáneos como creemos, ni de lejos pensamos lo que vamos a decir dos veces. Así nos va.

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  4. Pensar dos veces lo que vamos a decir en principio es una buena costumbre, pero no garantiza el acierto, aunque sí es posible que lleguemos tarde a dar alguna contestación o a perder un tren fabuloso que tal vez estábamos esperando ¡quién sabe!
    La espontaneidad tiene sus virtudes y la reflexión meditada las propias. (Conste que no digo que la espontaneidad carezca de toda reflexión)
    Saludos,

    Nená

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  5. La expontanedad refleja la verdad irreflexiva y sincera, luego la otra estará matizada por la reflexión o las convenciones.. mejor pensarlo dos veces para no ser tachado de "bruto" ni " salvajes" es dificil convivir con la verdad a secas, mejor balancearse en ambas piernas..
    un saludo

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